Existen dos clases de personas: Las que se sienten tranquilas en su zona de confort, las que no tienen necesidad de moverse de su sitio de siempre, de alejarse de sus comodidades. Después estamos el resto. A los que nos mata la curiosidad y no podemos estar quietos en un mismo lugar, los que a todas horas tenemos la sed de viajar, esa que solo se sacia con sumar a tus experiencias otro rincón más. Para los que el pasaporte significa media vida.

Nosotros sin duda formamos parte de la gente aventurera y arriesgada! Y por eso mismo este año quisimos dar un giro a nuestras vidas y vivir durante un tiempo en otro país, con otra gente y con otras costumbres.

Manteneros al día de todos los sitios que visitamos nos encanta. No hay nada que nos guste más que poder explorar rincones nuevos y compartirlo con toda la gente posible para que se animen a practicar este gran vicio de conocer mundo. Y a los que por una razón u otra no pueden hacerlo, redactamos todas nuestras experiencias para que al menos puedan alimentarse de ellas y en su mente viajar por un instante a estos recónditos lugares.

Ahora bien, la pregunta del millón que muchos os estaréis haciendo: Y como lo habéis hecho?

Pues bien aquí os dejamos la receta por si alguno se anima a kangurear como nosotros.

RECETA :

Añade infinitas cucharadas de ilusión y combínalas con una taza de positividad. Mézclalo bien con valentía y rocíalo con un litro de curiosidad. Déjalo cocer a fuego lento, remuévelo suavemente con un poco de esfuerzo y constancia y finalmente añádele una pizca de dinero.

- Servir con hambre de explorar sin jamás saciarte y con ganas incontrolables de comerte el mundo -

miércoles, 7 de septiembre de 2016

The big day

5.00 de la mañana, suena el despertador (que realmente ha sido innecesario ya que llevamos varias noches sin dormir) y todo indica el comienzo ese día que tanto habíamos imaginado como seria ya esta aquí. Con una sensación muy extraña, cogemos nuestras maletas, toda nuestra vida, para ahora si, adentrarnos en esta gran aventura.
Camino al aeropuerto me pasan mil cosas por la cabeza, pero estoy tranquila, me parece que esto no va conmigo y es que es demasiado el cambio para asimilarlo. Yo, una persona super sensible estoy mas entera que nunca... pero aja! toca el momento de la despedida. y es ahí cuando se me activa el chip, cuando me doy cuenta realmente de lo que estoy a punto de hacer, sencillamente cuando veo que toca separarme de los míos, pero extrañar es el precio que se paga en estas ocasiones para vivir grandes experiencias y es lo que a mi me toca ahora. Con lagrimas, y un nudo en el estomago digo adiós a mi familia, cuesta pensar que no los vas a ver durante un tiempo pero por eso mismo, decido no pensar. Sigo hacia adelante para pasar el control del aeropuerto, sin poder evitar girarme mil veces para seguir buscando la mirada de mi familia, pero al final, desaparecen entre la multitud.
Ya en la puerta de embarque, vemos que nuestro vuelo saldrá con retraso y cuando por fin conseguimos subir al avión después de una hora, este no despega hasta dos largas horas mas tarde... Pero esto no es todo, a raíz de este percance, perdemos nuestro vuelo de conexión, así que toca esperar dos horas mas en el aeropuerto de Singapur para volar en el siguiente. Y si, ahora ya rumbo a Brisbane, nos preparamos bien para todo lo que nos viene jajaja.

Volamos por fin por suelo australiano, y mirando por la ventanilla echas la vista atrás, empiezas a recordar como empezó todo, las cosas que hemos tenido que mover y dejar para esta ahora aquí y realmente ves que cuando algo se quiere no vale solo con desearlo, hay que luchar y eso es lo que en ese momento estábamos haciendo así que solo había que sentirse satisfechos.

Aterrizamos y llegó nuestro temido momento, aduanas. Pasar por el gran y famoso control de Australia no era moco de pavo, o al menos eso pensábamos. Agentes bastante simpáticos nos dejan seguir después de observarnos y en el siguiente nivel un bonito perro rastreador nos huele nuestro equipaje, todo esta correcto así que sin mas, nos dirigimos a la salida. Esto es todo? Decimos entre nosotros... Pues no, no es tanto como lo pintan, el programa de televisión ha hecho mucho daño.

WELCOME BRISBANE! Estamos en la que sera nuestra city en los próximos meses.
Un amable chico nos viene a recoger al aeropuerto, nos lleva al apartamento que tenemos alquilado para la primera semana y con nuestros maletones tocamos al timbre. Una chica super extrovertida, nos saluda con un abrazo, como si nos conociera de toda la vida, nosotros aun en shock por todo ,entramos. Como podemos, por nuestro bajo nivel de ingles, tenemos nuestra primera conversación con ella y a mi no se me ocurre nada mas que preguntarle : Y tu donde vives?... Ella, toda simpática me lleva a la habitación de al lado de la nuestra y me dice, aquí. Como? Nuestra cara es un poema, que ilusos...pensábamos que estaríamos solos esa semana, no entendimos bien el anuncio, pero Keep Calm, estamos en Australia y aquí todo es compartido. Nos vamos a la habitación, deshacemos la maleta, nos damos una larga ducha y nos metemos en la cama. Demasiadas cosas para un solo día.

Aquí, cuando te tumbas, cuando te relajas y ves que esto ya esta es cuando los miedos se apoderan de ti y lo empañan todo. Estamos felices, hemos luchado mucho por esto, nuestro sueño, pero el acumulo de tantos cambios a la vez hacen que te derrumbes. Y es que los principios no son fáciles, lo sabíamos, pero hasta que no estas ahí verdaderamente no eres consciente de ello. 
Yo soy arriesgada, David le cuesta más hacer estas locuras pero cuando se anima és él quien no mira hacia atrás, quien no se rinde, quien lucha a muerte con la decisión que ha tomado, a mi las dudas y los miedos se me hacen demasiado presentes, pero gracias a él y a sus palabras me vuelvo a venir arriba. Nos costara, habrá momentos duros, pero al final, merecerá la pena. 
Por hoy es suficiente, cierro los ojos, y me digo a mi misma : Mañana volverá a brillar el sol! 








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