Existen dos clases de personas: Las que se sienten tranquilas en su zona de confort, las que no tienen necesidad de moverse de su sitio de siempre, de alejarse de sus comodidades. Después estamos el resto. A los que nos mata la curiosidad y no podemos estar quietos en un mismo lugar, los que a todas horas tenemos la sed de viajar, esa que solo se sacia con sumar a tus experiencias otro rincón más. Para los que el pasaporte significa media vida.

Nosotros sin duda formamos parte de la gente aventurera y arriesgada! Y por eso mismo este año quisimos dar un giro a nuestras vidas y vivir durante un tiempo en otro país, con otra gente y con otras costumbres.

Manteneros al día de todos los sitios que visitamos nos encanta. No hay nada que nos guste más que poder explorar rincones nuevos y compartirlo con toda la gente posible para que se animen a practicar este gran vicio de conocer mundo. Y a los que por una razón u otra no pueden hacerlo, redactamos todas nuestras experiencias para que al menos puedan alimentarse de ellas y en su mente viajar por un instante a estos recónditos lugares.

Ahora bien, la pregunta del millón que muchos os estaréis haciendo: Y como lo habéis hecho?

Pues bien aquí os dejamos la receta por si alguno se anima a kangurear como nosotros.

RECETA :

Añade infinitas cucharadas de ilusión y combínalas con una taza de positividad. Mézclalo bien con valentía y rocíalo con un litro de curiosidad. Déjalo cocer a fuego lento, remuévelo suavemente con un poco de esfuerzo y constancia y finalmente añádele una pizca de dinero.

- Servir con hambre de explorar sin jamás saciarte y con ganas incontrolables de comerte el mundo -

viernes, 16 de diciembre de 2016

National Park Springbrook - Natural Bridge

El Parque Nacional Springbrook está situado a unos 96 kilómetros al sur de la ciudad de Brisbane, esté forma parte de la zona de Patrimonio Mundial del Bosque Lluvioso de Gondwana y una de sus cuatro secciones se conoce con el nombre de Natural Bridge.

El domingo por la mañana, para ser más concretos a las 7am, quedamos un grupo de amigos para ir a visitar el Natural Bridge, una zona muy conocida en el estado de QLD y donde en diferentes foros y páginas de internet habíamos oído hablar de él como una gran maravilla (para mi gusto demasiado bombo para lo que realmente es) 
Una vez reunido todo el grupo iniciamos la excusión desde Spring Hill, nuestro suburbio. Tardamos aproximadamente  1;20h en llegar y a la hora prevista comenzamos nuestra ruta hacia la famosa cueva Natural bridge.

El recorrido es relativamente corto hasta llegar allí y cuando por fin vimos la cascada rompió todos nuestros esquemas, esperábamos mucho más la verdad, por todo lo que había podido leer y ver sobre este lugar; cabe destacar que es un sitio bonito pero no impactante. También nos sorprendió que te sancionaban si te metías dentro del agua con una multa de hasta 300 dólares si no recuerdo mal, hacía mucho calor y humedad pero no quisimos correr el riesgo y saltarnos las reglas. La decisión después de verla y hacer el corto recorrido alrededor de ésta, fue clara, visitar otras zonas de este inmenso parque nacional .Pensamos visitar los demás puntos de interés y  volver aquí al anochecer, ya que lo bonito de este sitio es observar  cuando cae el sol a los llamados glow worms, gusanitos brillantes o gusilus que es como los llamamos la mayoría (Más adelante detallaré más sobre estos curiosos animales).

Volvimos a los coches y nos fuimos al siguiente punto: Purling Brook Falls (Tengo que puntualizar que es una excursión que tienes que hacer con coche, no es posible ir andando de un punto a otro porque las distancias son muy grandes). De camino vimos un bonito lookout desde arriba de la montaña y nos paramos, como íbamos algo desorientados preguntamos información de la zona a un auténtico Australiano que hacía figuras y otro tipo de artesanía por allí, era muy amable, y nos dio un mapa de toda la área. Seguimos hasta el punto donde queríamos pasar gran parte del día, el lugar mencionado anteriormente. Al llegar, estaba muy lleno, había diferentes rutas para poder visualizar los diferentes miradores, al empezar la ruta tienes dos caminos; uno de unos 100 metros para ver la cascada desde arriba, con unas impresionantes vistas a toda la montaña. 


Este es un precioso lugar, porque hay tantos árboles y vegetación que la vista no llega a alcanzar el final del parque; el segundo camino de 4 Km era de descenso y te llevaba a la parte inferior de la cascada donde ahora si te podías bañar. Al llegar a la poza de la cascada dos de los nueve que éramos fueron inteligentes y se quedaron refrescándose, el resto quisimos explorar y seguir 2,5 Km más para ver que había. Llegamos a un sitio muy bonito, era otra parte del río donde también podías refrescarte y descansar. La verdad no nos metimos al agua por miedo, había una anguila gigante y vete a saber que más. Aprovechamos ese sitio que era fresquito para comer, ahora sí toca explicar una de las anécdotas del día. Después de aquella caminata la comida se me había olvidado en el coche, ya os podéis imaginar la cara de Sandra y la que me cayó a mí, pero por suerte todos los de nuestro grupo repartieron su comida con nosotros. Todavía no sabía la falta que me haría que repartieran su comida y os explico porque. 

Después de relajarnos un tiempo decidimos volver, yo como soy tan precavido quise hacerlo por el mismo camino que llegamos, pero algunos de los miembros del grupo quisieron arriesgar por otro camino, que según ellos por los carteles que habían visualizado, llegaban al mismo punto de partida mucho más rápido. Tuve que aguantar risas y que era miedoso y poco aventurero, conforme nos adentrábamos en el bosque seguían las risas y el cachondeito, no soy un explorador pero por la dirección que íbamos no me cuadraba, cada vez me parecía que no alejábamos más y más. Después de llevar  1;30h caminando y ahora si perdidos por el bosque, las risas se transformaron en momentos de tensión y cambiaron lo momentos de cachondeo por rostros serios y de preocupación, dudamos muchas veces en volver o seguir… pero la decisión de las chicas fue seguir, habíamos avanzado mucho, estábamos agotados para volver atrás, se nos estaba acabando el agua y no teníamos cobertura en el móvil, miramos el mapa que nos dio el hippie Australiano pero es un parque con miles de hectáreas donde es imposible orientarse sin conocer la zona. Decidimos apagar un móvil por si llegaba la noche y como si de una película se tratara empezamos a pensar como podíamos salir de ese maldito laberinto. Miramos donde había alguna zona despoblada de vegetación y desviándonos del camino salimos a una carretera a 10 Km de donde se habían dejado los coches. En ese momento de medio alegría por haber salido del bosque se juntaba la angustia de como ahora llegar al principio. Aquí sí que lo tuvimos claro, hacer autostop. En Australia la gente es muy hospitalaria y enseguida paro un coche y se ofreció a llevarnos. Hay que resaltar que el hombre había bebido bastante y se estaba tomando una cerveza, bueno y a la velocidad que tomaba en las curvas, eso sí que era aventura. No sabía si era más peligroso estar perdido o ir con un desconocido que conducía borracho, pero en esos momentos solo pensábamos en llegar a los coches. Una vez allí, como solo pudimos ir dos, quedaba volver a por el resto del grupo que esperaban en la carretera medio desvanecidos.  Todos reunidos otra vez, era hora de recordar que había aun dos más del grupo en la cascada bañándose, sin cobertura y sin ser conscientes de lo que nos había pasado, sé eran ellos, los más inteligentes. Volvimos a por ellos pero no habían subido al parking aun y nosotros tuvimos claro que no volvíamos a caminar. 

Mientras pues, decidimos aprovechar el tiempo, olvidar lo que había pasado y fuimos con coche a un mirador llamado Canyon Lookout, aquí sí que hay que decir que las vistas eran espectaculares. Delante de nuestros ojos se podía ver Gold Coast y un poco de Byron Bay, todo eso con una mezcla de vegetación y montañas que aún lo hacían más impactante. Desde allí se podía observar también las Twins Falls a la derecha y enfrente la Rainbow Fall; ésta última con un arcoíris que cruzaba la cascada impresionante. De vuelta, muy cerca de aquí, fuimos a otro mirador : All of best Lookout, muy parecido al anterior. En este mirador pudimos contactar con los otros del grupo por fin; ellos ni se imaginaban la que se había liado en un momento. Una vez todos juntos y con el objetivo de acabar con un buen sabor de boca el día, nos fuimos  de nuevo a la cueva Natural Bridge, donde se encuentran esos increíbles gusanos que se iluminan por la noche. 

Estos animales solo son originarios de Nueva Zelanda y Australia, por lo que es una de las cosas más famosas de ver en este lugar. Aprovechamos mientras anochecía para hacer fotos  y cuando el sol desapareció pudimos contemplar  las luces de color azul que los hacen resaltar en la oscuridad. También había infinidad de murciélagos que volaban alrededor nuestro. Después de estar casi 1 hora visualizando en silencio aquel fenómeno de la naturaleza, retrocedimos hacia donde estaban aparcados los coches para ahora sí, volver a casa.



Lo más importante no es el lugar donde estés, sino con quien lo compartas



Nota importante: El Natural bridge tiene mucho nombre pero realmente, para mi gusto, no es un lugar muy impactante, aunque si bonito de ver. Cuando merece la pena es al anochecer. Poder estar a oscuras en la cueva y ver como poco a poco está se empieza a iluminar por esos gusanos es lo que hacen del sitio algo realmente especial.

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